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Suéltalo, suéltalo..., ¿verdad? Nada más ver esta máscara de Anna © ya se te desata la lengua y empiezas a entonar la conocida banda sonora de esta película de Disney que ha convertido de golpe y porrazo a todas -o casi- nuestras pequeñas en princesas porque ellas lo valen, ¿verdad?
En fin, resignación cristiana y a aguantar con estoicismo la pasión por Elsa y Anna de las hijas, ¿no? Ya se les pasará. Mientras tanto puedes conseguirle la máscara de la princesa del hielo, para que vaya la mar de mona con su vestido principesco.
Si es que Frozen lleva camino de convertirse en un icono de su infancia y más vale que te rindas a la evidencia de que a tu nena le encanta ser una princesa. Eso sí, una princesa aguerrida, con las ideas muy claras y que no teme ni al viento, ni al frío y mucho menos al hielo. Si es que una hermana es lo más sagrado del mundo... Toda una oda a las hermanas.